Tratamiento biológico. Brodalumab.
Fármaco inhibidor del eje IL-17. Los tratamientos biológicos son proteínas similares a las humanas producidas por técnicas de biotecnología. Actúan sobre la inflamación de las articulaciones y de la piel, corrigiendo la respuesta inmunológica acelerada y errónea que se da en la psoriasis y la artritis psoriásica. Su función es la de bloquear la actividad de uno de los agentes clave en el proceso inflamatorio que se produce en ambas enfermedades (las citosinas).
Estos medicamentos son efectivos para controlar la inflamación y el dolor articular, además de prevenir la progresión de la enfermedad y frenar la progresión del daño articular, en el caso de la artritis.
Brodalumab es un anticuerpo monoclonal totalmente humano de tipo IgG2 que se une y bloquea el receptor de la IL-17 inhibiendo la actividad biológica de las citocinas proinflamatorias del grupo de la IL-17.
¿Cuándo se utiliza?
Está indicado para el tratamiento de la psoriasis en placas de moderada a grave en adultos que sean candidatos a tratamiento sistémico. También está indicado para el tratamiento de la artritis psoriásica.
¿Cómo se administra?
La dosis recomendada es de 210 mg por inyección subcutánea en las semanas 0, 1 y 2, seguidos de 210 mg cada 2 semanas. En los pacientes que no muestran una respuesta a las 16 semanas de tratamiento, se debe considerar la interrupción del tratamiento.
¿Cuál es su eficacia?
La respuesta es rápida, a partir de la segunda semana comienza a ser clínicamente significativa. La respuesta máxima se alcanza a las 24 semanas, tras tres administraciones. Dentro del grupo de los inhibidores de la IL-17, este medicamento es el que ha mostrado una mayor eficacia. Tal y como demuestran los resultados de los ensayos clínicos, la eficacia se mantiene a largo plazo y no se han descrito casos de rebote de la psoriasis al retirar el tratamiento.
Efectos secundarios
El perfil de seguridad se considera adecuado, sin indicios de un aumento de las infecciones graves ni de los cánceres. Sin embargo, dada su novedad, faltan datos de uso en práctica clínica. Al igual que con los otros inhibidores de la IL-17, se ha visto que puede aumentar ligeramente la frecuencia de las infecciones fúngicas leves por Candida albicans durante los primeros meses de tratamiento, y también se recomienda no usarlo en pacientes con enfermedad de Crohn activa.