Fármaco anti-TNF
Se trata de una proteína no anticuerpo que contiene el receptor del TNF, por lo que lo bloquea. Etanercept se une al factor de necrosis tumoral TNF (una sustancia causante de la inflamación) y lo inactiva, impidiendo que se una a los receptores situados en las membranas de las células encargadas de la respuesta inflamatoria. De esta manera se produce un bloqueo del mecanismo inflamatorio inducido por el TNF.
¿Cuándo se utiliza?
Está indicado para la artritis psoriásica y la psoriasis moderada y grave en adultos y niños a partir de los seis años.
¿Cómo se administra?
El paciente se administra fácilmente etanercept mediante una inyección por vía subcutánea en dosis fija, una o dos veces a la semana.
¿Cuál es su eficacia?
En un 60% de los pacientes, la respuesta óptima se obtiene entre la 12 y 24, por este motivo, es importante esperar hasta los 6 meses para valorar la eficacia óptima del medicamento.
Una vez que se ha alcanzado el objetivo del tratamiento (blanqueamiento o casi blanqueamiento de las placas), este fármaco se suspenderá hasta que aparezcan de nuevo los síntomas de la enfermedad. Cuando reaparecen las lesiones de psoriasis, éstas lo hacen con menor o la misma intensidad, a diferencia de lo que ocurre en otros tratamientos sistémicos, con los que la enfermedad brota con mayor intensidad (efecto rebote). En el tratamiento de los nuevos brotes, etanercept conserva la misma eficacia que en el primer tratamiento. Asimismo, puede usarse de forma continuada cuando sea preciso, ya que existe una amplia experiencia de su uso de forma ininterrumpida durante más de 10 años sin efectos secundarios importantes.
El etanercept es el tratamiento biológico con el que se tiene una mayor experiencia en el tratamiento de la psoriasis y el utilizado por un mayor número de pacientes.
El etanercept a diferencia del resto de anti-TNF no ha demostrado eficacia en el tratamiento de la uveítis en aquellos pacientes que presentan esta complicación asociada a la psoriasis.
Efectos secundarios
Los efectos secundarios son poco frecuentes y además no suelen ser graves. El efecto adverso más frecuente es una ligera reacción en el punto de inyección, que se trata con medidas locales como compresas frías o pomadas de corticosteroides.